Si la distancia fuese un camino,
yo sonreiría
pues con solo atajarla llegaría hasta su meta.
Si la soledad fuese un camino,
yo sonreiría
pues andando con ansia estaría acompañada.
Si la tristeza fuese un camino,
yo sonreiría
pues yendo hacia ella se mostraría alegre.
Si la ausencia fuese un camino,
yo sonreiría
pues acortando la separación se haría presencia.
Si la distancia, la soledad,
la tristeza y la ausencia fuesen caminos,
yo sonreiría
pues podría acudir a su encuentro.
Sí, pero ¿en dónde están los caminos?
***
Poema que me publicaron en la 1ª Antología Poética MADINAT AL-ZHARA
(Córdoba, Junio 1993)
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