Desde hace semanas tengo una nueva amiga que se llama “KLEBSIELLA PNEUMONIAE”. Es una bacteria hija de puta que ha venido para quedarse. Es resistente a todos los antibióticos existentes en el vademécum pastillero farmacéutico. Te estropea el intestino, te salen úlceras en las piernas. Ataca a los ojos, llenándolos de “chiribitas” (moscas flotantes). Como un día tenga la “feliz idea” de alojarse en tus pulmones, prepárate, porque te puedes ir al “otro barrio”. Así que, al parecer, lo único que puede matarla son los antibióticos de última generación mediante “chute en vena” hospitalario. Ya veremos qué pasa. Tocaremos madera.