jueves, enero 31, 2008

Nos quedaremos sin música

Lo vienen anunciando desde hace tiempo. Primero fue de forma sibilina, en voz bajita. Pero ahora no se cortan y lo publican a los cuatro vientos en grandes titulares. LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA ESTÁ EN CRISIS. Los sellos discográficos van desapareciendo poco a poco o fusionándose para evitar una muerte pronta y precipitada. No supieron reciclarse para poder competir con la Red. Las tiendas de música echan sus cierres definitivamente. Intereses industriales de las multinacionales dicen que los formatos en vinilo, casete o CD pronto serán historia. Quedará la música en mp3 desde Internet o en modernas memorias que podrán contener toda la música de tu vida en un mínimo espacio físico. El soporte material del Cd o el L.P. de vinilo al que todos los melómanos estábamos habituados dejará muy pronto de fabricarse. Desaparece el disco como una unidad en si misma, con sus carátulas, su diseño artístico, su romanticismo. Ahora los artistas presentarán sus obras por Internet, canciones sueltas y desperdigadas sin una unidad conceptual.

Pero yo protesto y me rebelo. Me niego a pasar por el aro del mp3. El mp3 no suena bien. Le faltan muchos matices. Nada que ver la música en este formato con los soportes de vinilo. Potentes sucesiones de sonidos superbajos, medios y agudos completando toda la gama del espectro de audio. Giradiscos con agujas de diamante conectados a potentes amplificadores con circuitos de válvulas de vacío. Eso sí que es el sonido auténtico y real. El sonido de calidad. Me quedaré con mi viejo equipo musical: giradiscos LENCO, amplificador PIONER de válvulas y altavoces PHILIPS. Y seguiré buscando por las polvorientas estanterías en tiendas de segunda mano o en el Rastro aquellos vinilos que formaron parte de mi vida. ¿mp3? No, gracias.

No hay comentarios: