Ya lo dice el título de la entrada. Nada menos que 60 “tacos”. En madrileño castizo: 60 años. Hay que jo…robarse cómo pasa el tiempo. Pero éste es inexorable y despiadado. El tiempo no miente. No nos engañemos. Es posible que el ser humano se haya inventado una forma de medir el paso de los años a su medida, a su imagen y semejanza. Pero el desgaste es evidente. Las canas pugnan por salir a flote y a la vista. Los huesos rechinan. El aire ya no llena tanto los pulmones y si encima fumas, el resoplo “canta” y la fatiga predomina. Cuando subes escaleras o una cuesta. Te sientes un extraño ante la nueva juventud que llega arrasando y te miran como si fueras un despojo humano. En fin, no hay más remedio que aceptarlo. O lo tomas o lo dejas. Eso sí, espero que alguien me felicite. Si no me sentiría como Robinson Crusoe en una isla desierta. ¿Hay alguien por ahí?
2 comentarios:
si no felicita nadie, te felicito yo
el parlanchín
pues ya somos más...lo hice en su momento y lo vuelvo a hacer aquí otra vez, un día más tarde...feliz cumpleaños "mi primero"
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