Sigue la polémica sobre si se debe o no desmantelar la Cruz de la Basílica del Valle de los Caídos, mediante demolición controlada, en cumplimiento de la ley de la Memoria Histórica, a petición de diversas asociaciones y partidos políticos.
Una cosa cierta es que el Patrimonio Nacional lleva tiempo descuidando las labores de conservación de dicho monumento y ha empezado a dejar sin servicio, el funicular, la cafetería y la tienda para turistas. Parece ser que la intención del Gobierno es cerrar al culto definitivamente la Basílica y en un futuro, transformarla en un centro de la memoria histórica.
Sin entrar en disquisiciones políticas, recordemos que este cierre ha supuesto unas pérdidas en concepto de ingreso en taquillas de una cantidad no inferior a un millón doscientos mil euros hasta la fecha, no en vano este monumento era el más visitado de España después del Monasterio de El Escorial, así como la pérdida de una decena de puestos de trabajo y por supuesto un recorte de la libertad de culto de los más de 250.000 fieles y turistas, a los que se les ha negado la entrada en los últimos 7 meses a la Basilica Ponticia de la Santa Cruz del Valle de los Caídos y al privilegiado entorno natural en que se halla enclavada.
El Valle de los Caídos o la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos es un monumento construido entre 1940 y 1958 situado en el municipio de San Lorenzo de El Escorial, en la Comunidad de Madrid (España). Un Decreto de 1 de abril de 1.940 ordena el inicio de las obras. Por otro decreto de 31 de Julio de 1.941 se crea el Consejo de las Obras del Monumento a los Caídos que impulsó definitivamente las mismas hasta su finalización. Trabajaron 2.500 obreros de los que unos mil eran presos políticos. Varias decenas de ellos fallecieron en accidentes laborales o de silicosis.
El conjunto monumental se encuentra a 9,5 kilómetros al norte del Monasterio de El Escorial en la Sierra de Guadarrama, sobre el paraje del valle de Cuelgamuros. En su diseño participaron los arquitectos Pedro Muguruza y Diego Méndez. El conjunto pertenece al Patrimonio Nacional desde 1957, año de su apertura al público. En él se encuentran las tumbas de Francisco Franco Bahamonde y José Antonio Primo de Rivera, así como las de unos 60.000 muertos, de los dos bandos en la guerra civil. Se invirtieron un total de 1.086.460.331, 89 de pesetas y fue inaugurado el 1º de Abril de 1.959.
La Basílica está construída bajo las rocas del llamado Risco de la Nava, con un crucero de 262 metros de longitud. En el exterior del mismo se encuentra enclavada una cruz de piedra granítica de 150 metros de altura y unos brazos de 46 metros de longitud. En los primeros 25 de su basamento se hallan cuatro esculturas gigantescas que representan a los cuatro evangelistas, debidas al escultor Juan de Avalos. En la parte trasera del monumento se encuentra la Abadía donde viven los monjes benedictinos que se dedican al culto religioso del conjunto.
En este vídeo se pueden ver todos estos detalles y, como curiosidad, su música de fondo contiene un himno dedicado a la Basílica, totalmente desconocido por el gran público.
Y aquí un vídeo con imágenes de su construcción:
Declaraciones de uno de los monjes benedictinos:
2 comentarios:
Interesante entrada.
En vez de destruir bastaría con cambiar el sentido del monumento.
Además Franco no quería que lo enterraran allí, eso fue una decisión tomada posteriormente a su muerte.
Además en la última entrevista realizada a gente que trabajo allí, parece que eso de que trabajaban los presos políticos, lo hacían y reducían condena. También dio empleo a muchos trabajadores que cobraban por su trabajo.
Está clarísimo que es un resentimiento desmesurado por marte de quienes nos malgobiernan.
De entrada les ha salido el tiro por la culata, porque el efecto que están consiguiendo es el contrario al deseado.
Además: a todas luces es ILEGAL es desmantelar lo que es un cementerio como lo están haciendo.
Imagino que después harán un parador nacional del Monasterio de El Escorial.
Que mal perder tienen. Como no supieron ganar la guerra, ahora vienen con golpes bajos.
En españa, a quienes toman decisiones de este tipo se les ha llamado siempre HIJOS DE PUTA.
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